1. Realiza tu proyección financiera

Debes plasmar en un cronograma todas las salidas y entradas de dinero, tomando en cuenta desde el periodo en el que se está estableciendo el negocio, el momento en el que empezarás a tener gastos de operación y cuándo esperas tener los primeros clientes.

Esto te ayudará a tener claridad y estar preparado para lo que viene.

2. Toma en cuenta todos los escenarios posibles

Debes plantear diferentes escenarios y saber si, pese a las adversidades, tu negocio será rentable y sobrevivirá. Piensa en el panorama pesimista, conservador y el mas optimista.

3. Evita lujos operativos

No inviertas en cosas que son innecesarias para tu negocio. Haz una lista de tus prioridades y elige invertir en lo que es indispensable para que la empresa funcione según tu plan de negocios.

4. Ponte un sueldo

Muchos cometen el error de no ponerse un sueldo mensual realista o peor aún, no ponerse un sueldo y utilizar dinero de la caja chica para uso personal, lo que hace que se vea afectada la administración de la empresa. ¡Evítalo!

5. Ten un fondo de emergencias

Aunque hayas realizado una proyección financiera con lujo de detalles, debes de tener en cuenta que habrá imprevistos. Ten un fondo de emergencia que no tocarás a menos que haya pasado algo que esté fuera de tu plan de negocios y que sea urgente resolver.

Este colchón puede salvar tu proyecto.

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