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El alpinismo es un deporte que además de permitirte sentir la naturaleza en tus manos y ver lugares maravillosos, le da a aquellos que llegan a las cumbres la satisfacción de estar en lo más alto. Hoy les presentamos la historia de la primera mujer latinoamericana que logró llegar a la montaña más alta del mundo, el Monte Everest.
Elsa Ávila es un ejemplo de perseverancia y compromiso, una de las alpinistas más importantes de Latinoamérica y la primera en llegar a muchas cumbres como El Capitán, en Yosemite, ascensos en las Rocallosas, los Alpes, los Andes, los Himalaya, la Patagonia y la Isla de Baffin en el Círculo Polar Ártico.
En 1999 al llegar a la cima del Everest fue la primera mujer latinoamericana en lograrlo, y es que además de enfrentarse a las complicaciones de la naturaleza del deporte, tuvo que perseguir su sueño en un deporte en el que las mujeres jugaban un rol secundario.
Hasta ahora 32 mexicanos han logrado subir a la cumbre del Everest, entre ellos solo lo han hecho 7 mujeres. Hacer este recorrido requiere de una preparación especial; Elsa cuenta que realizó un primer intento en 1989 sin embargo no logró en esa ocasión llegar a la cumbre.
“Yo creo que la montaña de la vida nos deja muchos aprendizajes. En mi primer intento estuve a 98 metros de lograrlo, pero no se cumplió en ese momento. Me sentía frustrada por no haber llegado y no veía que tenía la oportunidad de estar viva, pues varios de mis compañeros habían fallecido. 10 años después regresé ya siendo mamá y después de subir otras cumbres.”
Para Elsa nunca fue importante ser “la primera mujer” en hacerlo, pues relata que cuando empezó a escalar vio que había nivel en otros compañeros alpinistas, y lo que ella hizo fue aprender de ellos y prepararse para superarse a sí misma cada vez más:
“El número, el récord o ser el primero es algo intangible, es algo que se va. Yo creo que ser el número uno no es algo por lo que se debe pelear y estoy convencida que lo más importante es gozar el proceso y aprender de cada paso, y si se llega a la cumbre es maravilloso.”
Para alcanzar los sueños no dependemos de un solo camino, comenta Elsa, pues la montaña de la vida a veces tiene otros planes que te llevarán a consolidar tus metas de vida y encontrar tu propósito. Elsa no imaginó que iba a escalar y llegar a diferentes cumbres, de hecho no pensaba en ser alpinista, pero algo que tenía muy seguro es que quería “despegar los pies del suelo”:
“Al principio yo quería volar, quería ser paracaidista, pero no se dieron las circunstancias para que lo hiciera. En el camino sí se me atravesó la montaña y fue como una opción alternativa para cumplir esa idea”, relató Elsa.
Así como en otros deportes, en el alpinismo no se pensó en las mujeres en un inicio, pues quienes lo quisieran practicar, tenían que adaptarse a usar el equipo y vestimenta que estaba diseñado y destinado principalmente para hombres.
“Definitivamente los tiempos han cambiado, ahora hay más mujeres en todos los ámbitos Si pienso en cómo está el alpinismo en la actualidad, me siento muy agradecida de haberlo hecho cuando lo hice. Antes ni siquiera había las facilidades que ahorita hay, pues antes no existía ni vestimenta ni equipo creados para mujeres. No se consideraba que la anatomía de las mujeres y los hombres son completamente distintos”
Definitivamente, que existan mujeres que den los primeros pasos nos inspira y ayuda a que más mujeres se sientan más confiadas y seguras de tomar esos caminos. Si quieres conocer más de Elsa Ávila no te pierdas la entrevista completa aquí.
LidhExperta en finanzas |