Los seres humanos, por mucho o poco sociables que seamos, todo el tiempo estamos relacionándonos con personas. Aunque no nos consideremos influyentes, en la convivencia diaria contribuimos de alguna manera en el futuro desarrollo de nuestras personas cercanas.

Mucha de esta influencia se lleva a cabo en nuestro trabajo, sobre todo si te toca liderar un equipo de trabajo o si tienes en algún negocio en donde tengas personas a tu cargo. En estos casos, el poder de inspirar a otros es mucho mayor y qué mejor que contribuir al crecimiento de las personas que están a tu alrededor. Estudios señalan que cuando se apoya al crecimiento del capital humano en una organización, crece la productividad y la retención de talento; además de tener un equipo de trabajo más capacitado, las personas están más contentas y satisfechas, por lo que se crea un vínculo y una dinámica de trabajo diferente.

Probablemente, si tuviéramos la oportunidad de hablar con nuestro “yo” del futuro para darnos algunos consejos de qué hacer y qué no hacer para alcanzar nuestro propósito, seguro la tomaríamos, pues haría el proceso mucho más sencillo. Algo así sería orientar a un futuro líder o como es conocido: Mentoría de liderazgo. Para cada persona puede ser diferente el proceso y las dificultades a las que nos enfrentamos, pero compartiendo experiencias podemos ayudar a otros a estar mejor preparados.

Hay personas líderes que deciden ser mentores únicamente en su medio o en su empresa, sin embargo, hay quienes también deciden hacerlo con otras personas que tienen diferentes ideas, personalidades y habilidades. Poder ayudar al desarrollo de otras personas no solo da valor a las personas que reciben la mentoría, sino también a quien comparte sus experiencias y habilidades en liderazgo; además de enseñar estará aprendiendo de los demás.

Un claro ejemplo es Gabriela Mitri con quien platicamos esta semana vía Instagram Live (si te lo perdiste, checa la plática completa en nuestra cuenta @lidhfinanzas). Ella es fundadora de “Speakher nights”, una comunidad que ayuda a mujeres a encontrar su voz y proyectarla poderosamente. Esta iniciativa que inició como un taller mensual en donde las mujeres compartían sus experiencias y se ayudaban unas a otras a mejorar su visibilidad en el ambiente profesional, se ha convertido en una comunidad, en donde gracias a la colaboración y mentoría, se han creado vínculos que han permitido el crecimiento de muchas mujeres de todo México. Gabriela destaca la importancia de invertir tiempo en fortalecer nuestra red de influencia y de apoyo, es decir, las personas con las que contamos y que cuentan con nosotros. “Invierte el 3% de tu día en ayudar a alguien más”, explicó, “el capital social es de los grandes activos que una persona puede tener”.

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